sábado, 12 de marzo de 2016

Las hormigas culonas

Manjar exótico

Publicado por Jacqueline Bassi | 
Las hormigas culonas son el manjar más exótico de la cocina colombiana. La costumbre de comerlas fue heredada del imperio Guanes, un pueblo indígena que habitó la planicie conocida como la Mesa de los Santos, al sur de Santander, hace más de 500 años. Estos no solo practicaban la entomofagia como su principal alimento proteínico, sino que además la consideraban una importante fuente de virilidad. Los Guanes le llaman “coprico,” es decir, comida matrimonial, y era regalada a los novios en su noche nupcial.

Cómo se atrapan las hormigas culonas

Las culonas, como se les conoce por su abdomen abultado, se recolectan durante los meses lluviosos de abril y mayo. En esta época salen de sus bovedillas subterráneas, construidas por ellas mismas, a través de pequeños túneles a la superficie de la tierra con el fin de aparearse. Los campesinos santandereanos se preparan para esta época con ropas gruesas para evitar el pique de los aviones, o machos, y con la mano, o a veces con palitos, las van recogiendo de una en una y metiéndolas en sacos de fiche para conservarlas vivas. Normalmente se recolectan dos a tres libras por salida, pero hay quienes han recogido hasta once libras en una salida.

Cómo cocinar hormigas culonas

Las Atta laeviagata, su nombre científico, se preparan en una tinaja o un tiesto de barro, tostándolas cuando aun están vivas después de quitarles alas, y patas. Este proceso tiene como objeto eliminar el agua interna del cuerpo para evitar la fermentación. Luego de que estén bien tostaditas son rociadas con una solución salmuera para luego fritarlas en manteca, quedando listas para comer o también para empacar y conservar. Si se guardan a temperatura ambiental y en recipientes de losa o vidrio pueden durar en perfecto estado hasta un año.

Valor nutricional

Estos insectos son ricos en vitamina B, y además calcio, hierro y azufre. Se sabe que tienen más riboflavina que la leche, y cuentan con un alto contenido de tiamina y niacina. Las culonas tienen casi tanta proteína como la carne; su contenido proteínico alcanza hasta un 75 por ciento. Se les atribuyen propiedades altamente afrodisiacas. Se alimentan principalmente de polen y miel, a lo que deben su tamaño. Se consumen como aperitivo o merienda, y su sabor es similar al del maíz tostado.

Dónde comprar hormigas culonas

Estos insectos comestibles se consiguen en tiendas de comida gourmet y en casi todos los aeropuertos de Colombia, empacadas en pequeñas bolsas plásticas. También se adquieren en el sitio Mercado Libre de la red. Estas son un manjar costoso; su precio oscila entre cinco y siete dólares por libra cuando están aún vivas y en el sector de su origen, Santander. Una vez preparadas y exportadas a otros departamentos dentro del país la libra puede llegar a costar hasta treinta dólares.

Manjar para paladares atrevidos


Los santandereanos son un pueblo entomófago desde tiempos milenarios. Allí desde el más pobre hasta el más rico ha degustado este delicioso manjar desde su infancia. Sin embargo, las hormigas culonas son conocidas en diferentes partes del mundo como un alimento exclusivo para paladares atrevidos y sofisticados. Colombia las exporta a Canadá, Australia y Japón. Además de sus efectos vigorizantes y afrodisiacos, se dice que aumentan la longevidad.


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