Manjar exótico
Publicado
por Jacqueline
Bassi |
Las hormigas
culonas son el manjar más exótico de la cocina
colombiana.
La costumbre de comerlas fue heredada del imperio Guanes, un pueblo indígena
que habitó la planicie conocida como la Mesa de los Santos, al sur de
Santander, hace más de 500 años. Estos no solo practicaban la entomofagia como su principal alimento proteínico,
sino que además la consideraban una importante fuente de virilidad. Los Guanes
le llaman “coprico,” es decir, comida matrimonial, y era regalada a los novios
en su noche nupcial.
Cómo se atrapan las hormigas culonas
Las culonas,
como se les conoce por su abdomen abultado, se recolectan durante los meses
lluviosos de abril y mayo. En esta época salen de sus bovedillas subterráneas,
construidas por ellas mismas, a través de pequeños túneles a la superficie de
la tierra con el fin de aparearse. Los campesinos santandereanos se preparan
para esta época con ropas gruesas para evitar el pique de los aviones, o
machos, y con la mano, o a veces con palitos, las van recogiendo de una en una
y metiéndolas en sacos de fiche para conservarlas vivas. Normalmente se
recolectan dos a tres libras por salida, pero hay quienes han recogido hasta
once libras en una salida.
Cómo cocinar hormigas culonas
Las Atta laeviagata, su nombre
científico, se preparan en una tinaja o un tiesto de barro, tostándolas cuando
aun están vivas después de quitarles alas, y patas. Este proceso tiene como
objeto eliminar el agua interna del cuerpo para evitar la fermentación. Luego
de que estén bien tostaditas son rociadas con una solución salmuera para luego
fritarlas en manteca, quedando listas para comer o también para empacar y
conservar. Si se guardan a temperatura ambiental y en recipientes de losa o
vidrio pueden durar en perfecto estado hasta un año.
Valor nutricional
Estos insectos son ricos en vitamina B, y además calcio,
hierro y azufre. Se sabe que tienen más riboflavina que la leche, y cuentan con
un alto contenido de tiamina y niacina. Las culonas tienen casi tanta proteína
como la carne; su contenido proteínico alcanza hasta un 75 por ciento. Se les
atribuyen propiedades altamente afrodisiacas. Se alimentan principalmente de
polen y miel, a lo que deben su tamaño. Se consumen como aperitivo o merienda,
y su sabor es similar al del maíz tostado.
Dónde
comprar hormigas culonas
Estos insectos
comestibles se consiguen en tiendas de comida gourmet y en casi todos los aeropuertos de
Colombia, empacadas en pequeñas bolsas plásticas. También se adquieren en el
sitio Mercado Libre de la red. Estas son un manjar
costoso; su precio oscila entre cinco y siete dólares por libra cuando están
aún vivas y en el sector de su origen, Santander. Una vez preparadas y
exportadas a otros departamentos dentro del país la libra puede llegar a costar
hasta treinta dólares.
Manjar para paladares atrevidos
Los
santandereanos son un pueblo entomófago desde tiempos milenarios. Allí desde el
más pobre hasta el más rico ha degustado este delicioso manjar desde su
infancia. Sin embargo, las hormigas culonas son conocidas en diferentes partes
del mundo como un alimento exclusivo para paladares atrevidos y sofisticados.
Colombia las exporta a Canadá, Australia y Japón. Además de sus efectos
vigorizantes y afrodisiacos, se dice que aumentan la longevidad.
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