Aunque muy conocida como una mujer plástica y
escandalosa, Kim Kardashian es sin lugar a dudas una empresaria muy hábil y
exitosa. Kim por si sola ha amasado una
fortuna de más de 70 millones de dólares; nada despreciable para una muchacha
que diez años antes solo era la estilista personal de Paris Hilton. Sus negocios siguen cosechando frutos y su
fortuna aumenta cada día. Lo más
interesante de todo es que los éxitos de la Kardashian se han erigido sobre eventos que no
la favorecían. No solo no la favorecían, sino que además fueron incidentes que hubieran opacado la vida
de cualquier mujer, pero Kim los utilizo
como un trampolín a la fama y a la fortuna. La clave de todo es una táctica de
mercadeo que convierte cualquier incidente u evento público, malo o bueno, en
una oportunidad única.
La clave
numero uno es tomar
ventaja de cualquier situación en la que de alguna forma tu producto o sello personal
se destaque o salte a la luz pública. De una forma u otra esto es publicidad y gratuita.
La segunda clave es
saber identificar rápidamente que fue exactamente lo que cautivo tanta atención
y luego encontrar la forma de darle una vuelta en favor de tu beneficio y por
su puesto saber comercializarlo para obtener ganancias de ello. Kim vende belleza
y seguridad a pesar de cualquier adversidad, Somos Humanas, es su eslogan subrepticio.
Tercero es
saber conectarte con tus clientes o fans o como los quieras llamar. Kim y sus hermanas se han sabio identificar
con sus clientes al imprimir un sello muy humanístico a su imagen. Esto las ha
ayudado a que sus clientes se sientan más cerca de ellas, y lejos de verse como
clientes, se vean como miembros de un mismo equipo que busca mejorar su apariencia
personal, sin importar que limitaciones o fracasos encuentren en su lucha por llegar
a ser mujeres súper atractivas.
Cuarto-
Reconocer que cada producto tiene un ciclo de vida o vencimiento. Saber suplir
esa demanda sin sobre inundar tu mercado, es clave. No dejar envejecer tu producto pero al mismo
tiempo obtener hasta la última uva de cada cosecha al tiempo que te trasladas a
tu nueva oferta con fuerza y claridad. Kim Kardashian domina este arte.
Y por último, que no hay quinto malo, diversificarse. Si ya todos están pendientes de un
producto tuyo porque lograste desprenderte del montón, es tu momento. Aprovecha ese ángulo para multiplicarte, porque
no? Nuevos productos reconociendo en el éxito de uno la necesidad o motivación de tus clientes y aplicándolo
a otro, es clave. El ultimo producto de Kim Kardashian es su video Kim Kardashian video-game que ya reporta grandes ganancias!
El éxito no es estacionario, ni tampoco del todo casual,
es más bien deliberado. Kim Kardashian no
era ajena a los negocios cuando la fama, o disfama, toco a su puerta. Ella sabía
lo que era una venta, lo que era un producto, y un cliente. Había incursionado en el mundo empresarial desde
que era una adolescente, al vender zapatos en e-bay y ya tenía su negocio. También había conocido la fuerza de la popularidad,
cuando su padre rompiera el anonimato al ser parte del equipo de defensa de
O.J. Simpson; cosa que puso a toda la familia en el mirador público. La fama la tomó por sorpresa pero no desprevenida
y ella se montó en ella con fuerza y deliberación.
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