miércoles, 25 de julio de 2007

Los jueces y sus campañas electorales. ¿Qué riesgos corre la justicia dentro del proceso electoral?

Por Jacqueline Bassi


"Nosotros vendemos a un juez de la misma manera que vendemos cualquier otra cosa" dice Helen Lavelle, publicista profesional y experta en campañas judiciales, en una entrevista concedida a Frontline.

Lavelle habla en detalle de cómo se prepara la campaña publicitaria de un juez y compara el proceso con el de cualquier otra campaña publicitaria para vender un producto comercial cualquiera.

La reveladora entrevista de Lavelle, descubre un aspecto de nuestro sistema judicial, que es devastador para la comunidad. Presenta un perfil de las campañas electorales que levanta una profunda desconfianza en nuestro sistema judicial y cuestiona otros conflictos de interés escondidos detrás de las campañas judiciales, como es el financiamiento de ellas y sus contribuyentes.

La elección de jueces en varios estados de Estados Unidos, incluyendo el de Florida, es por elección popular. En la mayoría de los casos, los electores desconocen a los candidatos y sus calificaciones. Por tanto, su decisión se fundamenta, en gran parte, en la información que presentan las campañas electorales de los candidatos. Si la información es fabricada, si contiene falsos argumentos, o si es manipulada para sugerir una idea equivocada, perjudica seriamente a los electores y pone en evidencia la frágil integridad de nuestro sistema judicial.

En el estado de Florida durante las elecciones judiciales de 1996 para juez del circuito 18, la campaña electoral de la abogada Nancy F. Alley estuvo marcada por tácticas claramente deshonestas y falsos testimonios. Alley enfrentó a la jueza de condado de Seminola, Marlene Alva. Dos días antes de la elección, Nancy F. Alley publicó varios anuncios en The Orlando Sentinel, en los que aseguraba, que ella tenía más experiencia judicial y de circuito que Alva. Alley agregó que la jueza Alva no tenía experiencia alguna en leyes de circuito. Estas declaraciones de su campaña eran falsas. Alley distribuyó volantes que decían que Alva había sido designada por el gobernador demócrata, Lawton Chiles, sugiriendo una afiliación de la jueza Alva con el partido demócrata. Además, apuntó que la jueza Alva había defendido al asesino de un policía, William Cruse, omitiendo que Alva lo defendió en calidad de defensor público asignado. La campaña electoral tuvo su impacto y Nancy F. Alley ganó la elección convirtiéndose en la jueza del circuito judicial 18 de la Florida. En junio de 1997, varias quejas fueron presentadas a la comisión de calificación judicial de la Florida, y la jueza Nancy Alley recibió una reprimenda pública por conducta deshonesta en su campaña electoral. Su honorable Jueza, Nancy F. Alley, aceptó la reprimenda, reconoció como verdaderos los cargos que se le imputaron, y se disculpó por su conducta públicamente. Sin embargo, los resultados de su deshonestidad aún siguen dando fruto, y Nancy F. Alley aún ocupa el cargo de jueza del circuito 18 de la Florida.

En noviembre de 2002, se suma otro caso de deshonestidad en campañas judiciales en el cual se le encontró culpable a la jueza Rosa Rodríguez de aceptar una contribución de 200,000 dólares para influenciar su campaña electoral. Esta cantidad excede la suma límite de 500 dólares, que impone la ley. Además fue acusada de no reportar dicha contribución o falsear el reporte financiero de su campaña. En esta ocasión, la jueza fue suspendida 4 meses sin paga y se le aplicó una multa de 40 mil dólares. La jueza Rosa Rodríguez tiene un salario de 130 mil dólares al año. No obstante, hoy continúa bajo el cargo de juez del circuito 18 del condado Miami-Dade.


Estos ejemplos cuestionan la integridad de nuestro proceso electoral e indican que la elección de un juez en nuestro sistema judicial no goza de la transparencia que exige la confianza pública. El problema no sólo radica en las campañas electorales, que por sí se prestan a tácticas deshonestas para conseguir la victoria, sino también en la necesidad de costear el proceso electoral con contribuciones monetarias que vienen de grupos y personas con intereses directamente afectados por el organismo judicial. Basta una mirada a la siguiente lista de contribuyentes de las campañas electorales de nuestro estado, para darse cuenta que dichas campañas están fuertemente financiadas por abogados y bufetes; justamente los grupos que llevan diariamente sus casos ante los tribunales.

En las elecciones generales del año 2002, Iván Fernández fue elegido juez del circuito del condado Miami-Dade. Su campaña electoral contó con un total de 62,756 dólares. Los contribuyentes a su campaña electoral fueron en su totalidad abogados, firmas de abogados y una compañía de fianzas.

En estas mismas elecciones también fue elegida jueza del condado Miami-Dade, Cecilia M. Altonaga. Su campaña electoral costó 187, 516. Se recogieron fondos para un total de 189,445 dólares, de los cuales 170,000 provenían de su propio bolsillo y el restante de abogados y bufetes de abogados.

La campaña electoral de Margarita Esquiroz, elegida jueza del mismo circuito en las elecciones generales del año 2002, costó 94, 625 dólares. 13,000 dólares provinieron de sus ingresos personales, 500 de un banco, 500 de un investigador privado y el resto provino de abogados y firmas de abogados.


En otro ejemplo, Stuart M. Simons también elegido juez del mismo circuito durante las elecciones generales del 2002, acumuló un total de 99,507. Mil dólares vinieron de una firma constructora y el resto de abogados y firmas de abogados.

Los datos anteriores enturbian la claridad del proceso judicial. Tomemos por ejemplo las siguientes palabras de Lavelle: " No tengo duda que hay elecciones compradas. Lo hemos visto, hemos tenido casos en los que se han gastado exorbitantes cantidades de dinero para conseguir que alguien sea electo, que, no encuentro otra razón de describirlo. De verdad pienso que tenemos un sistema en que las elecciones pueden ser compradas."
Si bien las palabras de la experta en campañas judiciales Helen Lavelle, son sólo su opinión personal, definitivamente amenazan la percepción de la comunidad con respecto a la integridad judicial de nuestro sistema social.

El juez Tom Phillips dice: "El poder del sistema judicial radica en el respeto público, en el orden de las leyes y en la disposición de los ciudadanos a llevar sus disputas a los tribunales y a regirse por los resultados que allí se decidan." Si las palabras del juez Phillips tienen fundamento, nuestro sistema judicial debe garantizar la integridad cristalina de nuestro proceso judicial.

Las declaraciones anteriores, ponen al descubierto un aspecto decididamente candente de nuestro sistema judicial y reclaman un cambio urgente al proceso electoral que las rige. Nuestros tribunales son una parte fundamental de nuestra democracia. El efecto nefasto de las campañas judiciales y los dineros que las soportan ponen en duda la capacidad de nuestros tribunales de impartir una ley justa e imparcial. También ponen en riesgo la percepción de nuestros ciudadanos. La percepción que da paso una convicción cívica para respetar derechos constitucionales que son protegidos y defendidos por estos mismos tribunales.
Link to case against Judge Nancy F Alley
http://caselaw.lp.findlaw.com/scripts/getcase.pl?court=fl&vol=alpha9710%5Cwk2%5Cop-90691_rtf&invol=1

La seguridad Hemisférica ¿que beneficios tiene para América Latina?

Jacqueline Bassi

“La obsesión Norteamericana por el terrorismo, perjudica los intereses de las otras naciones del hemisferio, enfoca unilateralmente sus prioridades e ignora los problemas primarios para América Latina”
dice Joseph Tulchin, director del programa latinoamericano del Instituto de México y experto en temas de política Latinoamericana.

El tema central de la Seguridad Hemisférica,” la guerra contra el terrorismo”, ha cobrado gran importancia dentro de la agenda internacional estadounidense, gracias a la resolución 1373 del 2001 del consejo de seguridad de la ONU, la cual, reafirma que los eventos del 11 de septiembre al igual que todo acto de terrorismo internacional constituyen una amenaza a la paz y la seguridad internacionales. La resolución reafirma la necesidad de luchar con todos los medios, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, contra las amenazas a la paz y la seguridad internacionales representadas por los actos de terrorismo. La 1373 apoya todos los actos necesarios que ayuden a que se prevenga y reprima el financiamiento de los actos de terrorismo. Esta ratificación de la ONU al tema de la seguridad hemisférica de la agenda estadounidense, una vez más, parece favorecer el sacrificio de otros temas de la agenda internacional y apoyar así mismo la imposición de agendas que no tienen en cuenta las preocupaciones de los otros participantes, como son por ejemplo: el impulso al desarrollo de los países latinoamericanos, la lucha contra la pobreza, la facilitación del comercio y otros.
La seguridad hemisférica en este momento, tiene como tema dominante la colaboración en la contienda contra el terrorismo; de la misma manera que en el pasado se identificó por la lucha contra la “amenaza soviética ó el comunismo, también justificada en la existencia de una amenaza internacional común. Este hecho no sería un problema de no ser porque una vez más, desplaza en gran medida las preocupaciones y prioridades de los otros países del hemisferio occidental. “Es difícil alinear los intereses de la llamada seguridad hemisférica cuando la hegemonía estadounidense impera a la hora de crear una agenda de intereses para los países latinoamericanos,” dice Maria Cristina Rosas, profesora e investigadora del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. La campaña contra el terrorismo, exige la canalización de recursos humanos y materiales al fortalecimiento de las fronteras, de las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia. El problema es, que los países latinoamericanos no disponen de recursos suficientes para mejorar la economía ó la calidad de vida de sus habitantes y el destinar parte de sus limitados recursos a una batalla que ni siquiera es exáctamente propia, reduce las posibilidades de atender sus propias prioridades.
El principal problema fué y sigue siendo, la enorme diferencia existente entre los intereses estadounidenses y los intereses del resto de los países del continente. La canalización de recursos en muchos casos no favorece las prioridades de Latinoamérica. La forma como esta planteada la agenda internacional en la actualidad, no abarca suficientemente los problemas políticos, económicos, sociales y de salud, tan importantes para América Latina.

Estados unidos ha logrado incorporar el lema de las alianzas comerciales dentro de la agenda de la seguridad hemisférica, con el fin de justificar la imposición de la lucha contra el terrorismo como prioridad fundamental de la seguridad hemisférica. Este poderoso incentivo económico, ha logrado que los países del hemisferio quieran cooperar con Estados unidos y su agenda de seguridad hemisférica. Sin embargo, uno de los grandes incentivos, el ambicioso tratado de libre comercio para las Américas, ALCA, no ha llegado ha cristalizarse. De acuerdo con el reporte de políticas públicas escrito por los tres analistas del IRC: Tom Barry, Laura Carlsen y John Gershman, “La administración Bush no comparte la filosofía del libre comercio. Más bien, ve el “libre comercio” como un instrumento que generalmente sirve a los intereses de las corporaciones estadounidenses”.
Una vez más, Estados Unidos parece imponer sus intereses económicos ante los de la región. La pregunta en torno a este conflicto es: ¿Cómo se podría manejar el tema de la seguridad hemisférica de manera que las prioridades de los países de la región hagan parte de la agenda Estadounidense? La falta de interés por resolver los problemas para llegar al ALCA demuestra que la administración Bush no parece considerar estratégicas las relaciones con América Latina y el Caribe. Sin embargo, esta actitud contrasta con las palabras del ex secretario de estado norteamericano, Colin L. Powell: “sabemos que tenemos que salvar las diferencias que existen actualmente entre los que prosperan en la sociedad y los que están atascados, atrapados en la pobreza, en la ignorancia, y el comercio puede hacer esto”.
Los países latinoamericanos no parecen ser importantes a los ojos de los Estados Unidos a pesar, de que son precisamente estos países vecinos los que en gran parte sostienen su plataforma económica, ya que cualquier crisis financiera de Latinoamérica afecta fuertemente los intereses estadounidenses en el hemisferio.
Existe una diferencia entre los países del continente respecto a lo que constituye una “amenaza”. El mejor ejemplo de ello es la lucha contra el terrorismo, considerada por Estados Unidos como la principal amenaza a su seguridad nacional. La principal amenaza para los demás países de la región es el incremento de la pobreza, la creciente violación de los derechos humanos, el estancamiento del crecimiento económico y el aumento de la corrupción. Estas son algunas de las prioridades que necesitan ser abordadas en América Latina, y las que necesitan urgentemente de la cooperación del jefe del hemisferio occidental.

jueves, 19 de julio de 2007

Manifestaciones anti-ALCA

Por Jacqueline Bassi

Tanques de guerra, fusiles, armas automáticas y semiautomáticas, gases lacrimógenos, balas de caucho y de fríjol, protectores electrificados, todos estos y muchos más armatostes de combate engalanaron el centro de la folklórica Miami la semana del 17 al 21 de noviembre. Pero no fueron ni los militantes talibanes, ni los iraquíes los que suscitaron tal despliegue de milicia; fue el encuentro entre activistas y oponentes a la creación del tratado Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Un tratado cuyos activistas vislumbraron lleno de bondades para el hemisferio occidental y cuyos oponentes auguran lleno de atropellos y pobreza para los pequeños y medianos comerciantes y agricultores de América Latina. Por tal razón, mientras treinta y cuatro ministros del nuevo mundo se reunían para negociar uno de los tratados comerciales más significativos del hemisferio, Julia Gabriel caminaba también treinta y cuatro millas durante tres días para estar presente en la manifestación en contra del ALCA, organizada por la coalición de trabajadores de Immokalee que se asentó la noche del miércoles, 19 de noviembre en el sector del parque Bay Front, en el centro de Miami. «Lo que queremos es que los que están allá adentro nos escuchen; sabemos que este mensaje les está llegando, no estamos usando violencia; tarde ó temprano nos van a escuchar, nos van a entender de que tenemos razón, que el destino de ellos depende del de nosotros».
Agotada por la larga caminata pero sin rendirse ni quejarse, Julia Gabriel dice que es un esfuerzo que vale la pena. «Siempre hemos estado luchando y seguiremos luchando, nosotros, la coalición de Immokalee, para cambiar el mundo por uno mejor y tener un futuro mejor para nuestros hijos y nuestros nietos. Si no nos atienden hoy, regresamos hasta que se haga». Líder en la lucha por la abolición de la esclavitud laboral, por la abolición del maltrato y la violencia a los trabajadores agrícolas y por la lucha contra la explotación salarial, ella, más que nadie, sabe que los tratados de libre comercio traerán más pobreza a los trabajadores de la tierra, menos garantías a sus derechos humanos y salarios cada vez más bajos. «Lo hemos vivido y lo hemos visto en casi todo». Julia vino de Guatemala hace trece años, trabajó diez años recogiendo tomates en los cultivos de la Florida. Trabajó día tras día de diez a doce horas diarias; sin pago por trabajo de horas extras, sin derecho a pago por días de enfermedad y sin pago alguno por los días festivos. Trabajó en cautiverio en las plantaciones del Sur de Carolina y la Florida, engañada y esclavizada por sus empleadores. Su coraje y valentía la ayudaron a escapar de las plantaciones y más tarde a delatar a sus empleadores, quiénes finalmente fueron juzgados por la justicia. Desde entonces su lucha no ha cesado. Julia Gabriel sabe que el esfuerzo y la lucha tienen su recompensa, que a veces tarda pero que llega, que se hace. Ha ayudado a liberar a miles de trabajadores que, como ella, eran esclavizados y abusados por sus empleadores. Julia dice que continuará luchando por otros compañeros que aun viven bajo la opresión, bajo la neo-esclavitud en pleno siglo veintiuno y en los Estados Unidos, uno de los países que más se precia de defender los derechos humanos. Ella no cree en el ALCA, «que borren eso» dice «por eso hemos caminado y seguiremos caminando.» Tampoco Lucas Benítez cree en las negociaciones que se gestan para crear el ALCA. «Mientras en las pláticas no se incluyan a las personas que son realmente afectadas, estos tratados sólo traerán más pobreza a nuestros pueblos.» Y agrega, «el TLC (Tratado de Libre Comercio) entre México, Estados Unidos y Canadá se negoció completamente a escondidas, a espaldas de todo el mundo. Cuando salió ya salió; salió una crisis para México, para el campo mexicano, para el pequeño empresario, para el pequeño agricultor. Entonces, antes México era primer productor en grano. Después del TLC, México pasó a ser primer productor, pero de mano de obra barata para los Estados Unidos; y eso es lo que crean los tratados de libre comercio.» Lucas Benítez también es líder de una lucha sin tregua para mejorar las condiciones de los trabajadores agrícolas. Vino de Guerrero, México, a trabajar en los campos recogiendo tomate. Pero hoy trabaja gran parte del tiempo en la Coalición de trabajadores de Immokalee. Él es uno de sus fundadores. También se integró a la caminata de las treinta y cuatro millas; caminó tres días seguidos para simbolizar una lucha incansable. También seguirá caminando para detener el ALCA. Romero Ramírez es guatemalteco, pero vive y trabaja en los Estados Unidos. Durante tres días seguidos también caminó para ser escuchado. «Estamos aquí para demostrar que nosotros los campesinos obreros de las grandes empresas norteamericanas hemos emigrado por el sistema económico de nuestros países, por el NAFTA.» Ramírez también recoge tomates en las plantaciones de la Florida y trabaja con la coalición de Immokalee luchando contra los abusos a los trabajadores agrícolas. Por su ayuda y su lucha, el 20 de noviembre Julia Gabriel, Lucas Benítez y Romero Ramírez viajaron a Washington, D.C. a recibir el premio en defensa de los derechos humanos, Robert F. Kennedy Human Rights Award del año 2003. Ese premio no hace que su lucha haya terminado. El seguirá luchando para «que el ALCA no sea, por lo menos no para favorecer a un grupo nada más, para hacer ricos a unos cuantos.» Entretanto, los ministros de comercio de treinta y cuatro países democráticos de este hemisferio junto con más de mil líderes comerciales llenaron las salas de los hoteles más elegantes de Miami. El VIII Foro Empresarial y Reunión Ministerial del Área de Libre Comercio de las Américas, un encuentro histórico que supuestamente habría de fomentar prosperidad y crecimiento económico para América, se reunió a pesar de las protestas y manifestaciones en su contra.

sábado, 7 de julio de 2007

Breve análisis literario de la novela: Mis putas tristes de Gabriel García Márquez

Por Jacqueline Bassi

……Desde entonces empecé a medir la vida no por los años sino por décadas. La de los cincuenta había sido decisiva porque tomé conciencia de que casi todo el mundo era menor que yo. La de los sesenta fue la más intensa por la sospecha de que ya no me quedaba tiempo para equivocarme. La de los setenta fue temible por una cierta posibilidad de que fuera la última. No obstante, cuando desperté vivo la primera mañana de mis noventa años en la cama feliz de Delgadina, se me atravesó la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el río revuelto de Heráclito, sino una ocasión única de voltearse en la parrilla y seguir asándose del otro costado por noventa años más[p.103].

Gabriel García Márquez, periodista, escritor, y ganador del premio Nóbel de literatura de 1982, es el autor de esta novela corta de carácter épico narrativo, en la cual, aparentemente el escritor pretende contar la loca historia de amor de un nonagenario y una joven adolescente virgen. Sin embargo, en ella el escritor hace una franca y profundamente humana reflexión sobre la vida del hombre en la última etapa de su existencia y en especial cuando esa existencia supera los cánones establecidos de duración. A la par, manifiesta la contrariedad que existe entre el envejecimiento mental y físico del hombre. Por último, descubre la inagotable capacidad del individuo para amar y la inexplicable vitalidad que este fenómeno infunde a su entidad física.

El tema concreto de esta novela es la autorreflexión sobre los valores de la vida en la vejez.

Para ello, García Márquez, enfoca una serie de asuntos que va descubriendo a través de un largo e íntimo monólogo puesto en boca del anciano protagonista. Los siguientes cuestionamientos se presentan seguidos por las frases del texto que así lo reflejan:

El tardío descubrimiento de su juventud perdida:

…empecé por preguntarme cuándo tomé conciencia de ser viejo y creo que fue muy poco antes de aquel día [p.13].

La meditación sobre el incumplimiento de la promesa hecha a su madre:

…Mi madre en su lecho de muerte me suplicó que me casara joven con mujer blanca, que tuviéramos por lo menos tres hijos, y entre ellos una niña con su nombre, que había sido el de su madre y su abuela. Estuve pendiente de la súplica, pero tenía una idea tan flexible de la juventud que nunca me pareció demasiado tarde [p.57].

La profunda reflexión sobre su propia mediocridad:

…Dicho en romance crudo, soy un cabo de raza sin méritos ni brillo, que no tendría nada que legar a sus sobrevivientes… [p.12].

El repentino descubrimiento de que la muerte le estaba esperando:

..El veneno mortal estaba en una foto panorámica del personal de planta tomada en el XXV aniversario de la fundación del periódico, en la que señalaban con una crucecita sobre la cabeza a los que iban muriendo…. Había visto esa foto colgada durante años en distintas oficinas, pero sólo entonces fui sensible a su mensaje: de los cuarenta y ocho empleados originales sólo cuatro estábamos vivos [p.50].

O en otro ejemplo:

…He comenzado con la llamada insólita a Rosa Cabarcas, porque visto desde hoy, aquél fue el principio de una nueva vida a una edad en que la mayoría de los mortales están muertos [p.10].

Finalmente, la clara noción de haber superado las estadísticas establecidas de vida y la conciencia de que cada día que se vive es una nueva oportunidad, un triunfo de la vida sobre la muerte al que se entrega sin lamentaciones, más bien con un humor satírico y con complacencia:

…por último rematé la pianola como reliquia histórica con sus más de cien rollos de clásicos, y compré un tocadiscos usado pero mejor que el mío, con parlantes de alta fidelidad que engrandecieron el ámbito de la casa. Quedé al borde de la ruina pero bien compensado por el milagro de estar vivo a mi edad [p.103].

Memoria de mis putas tristes cuenta la desteñida vida de un anciano de noventa años, de quien lo sabemos todo menos su identidad, la cual permanece en el anonimato a través de toda la obra. García Márquez, ágilmente y de un tajo, irrumpe en la vida de este solitario personaje el día de su noventa cumpleaños y con un par de pinceladas fabrica el escenario en el que coloca sus personajes en posición para llevar de la mano al lector en este recorrido vivido por la vida de este abuelo. De aquí y en adelante se desencadena un largo y laborioso razonamiento que conforma una franca retrospectiva personal del nonagenario, en que por primera vez, según sus propias palabras, este anciano se plantea todos sus logros y derrotas, la mediocridad de su vida profesional e intelectual y su condición humana dentro de su avanzada senectud.
La novela, con una pulcritud admirable, se mueve en dos tiempos simultáneamente, tiempos que viajan análogamente a través de toda la narrativa. El primero, va contando paso a paso la vida del anciano periodista. Este relato se inicia el día de su noventavo cumpleaños, moviéndose hacia atrás y hacia adelante, en diferentes órdenes del pasado y el presente, como es típico de la narrativa de García Márquez, abarca casi un siglo. Un siglo dentro del que se van desgranando los pormenores de la vida del anciano desde su más temprana mocedad hasta sus noventa años. Siempre adelantándose y devolviéndose para reencontrarse con el presente senil en el que vive. El segundo tiempo, abarca el año en el que se esta relatando la historia, iniciándose también el día de su noventa cumpleaños con una llamada a Rosa Cabarcas, vieja amiga del anciano, dueña de un lupanar barato y fuerte conocedora de las artes del amor comprado. Es Rosa Cabarcas quien concertó la primera cita entre la adolescente y el anciano y es dentro de este tiempo en el que se llevan a cabo las apasionadas descripciones de una serie de encuentros clandestinos con la jovencita, de quien el anciano se enamora y con quien vive un desaforado amor platónico que le hace reverdecer todas sus ansias de vivir. Este segundo tiempo, que tiene su propio desarrollo psíquico, se maneja de forma circular, de alguna manera simulando imaginariamente el ciclo de las estaciones del año. Se inicia con la excitación plena que conlleva el comienzo de la primavera, una primavera imaginaria, simbolizada por los primeros albores del enamoramiento y también por el comienzo de un año más de existencia. Paulatinamente se adentra en los trances del amor y del tiempo y avanza superando todas sus melancolías. Finalmente, no olvidemos que imaginariamente, renace con el triunfo del amor y de la sobrevivencia del anciano al primer año de su novena década de vida. Hay aquí, una doble finalidad: la primera pretende dejar ver la intensa gama de turbaciones y temores que el anciano sufre al cumplir los noventa años mientras que la segunda, pretende demostrar otra crisis, la crisis del enamoramiento, la superación de los celos e inseguridades y el triunfo del amor.
Como ya se dijo, se trata de una narración del género épico cuyo estilo literario conserva un claro realismo salpicado con matices mágicos, cosa que se refleja indudablemente en la aceptación de las apariciones de la madre del anciano, Florina de Dios Cargamantos, a su hijo, sin ninguna objeción lógica por parte del anciano:

Entonces volví a ver una vez más a Florina de Dios, mi madre, en mi cama que había sido la suya hasta su muerte, y me hizo la misma bendición de la ultima vez que la vi, dos horas antes de morir. Trastornado por la conmoción lo entendí como el anuncio final y llame a Rosa Cabarcas para que me llevara a mi niña aquella misma noche, en previsión de que no se cumpliera mi ilusión de sobrevivir hasta el último aliento de mis noventa años. [p.107].

También hay realismo mágico en la siguiente frase:

Le conté lo del letrero del tigre que la niña había escrito en el espejo. No pudo ser ella, me dijo Rosa, porque no sabe escribir. ¿Entonces quien? Ella se encogió de hombros: puede ser de alguien que se murió en el cuarto [p.69].

Todo indica que el desarrollo geográfico de Memoria de mis putas tristes es Barranquilla, la ciudad portuaria donde García Márquez vivió entre los años 1950 y 1952 y donde inicio su carrera de periodista.
Las frases que dejan traslucir esta ubicación son por ejemplo la descripción de la casa en la que vive el anciano:

…vivo en una casa colonial en la acera de sol del parque de San Nicolás…..el ámbito de la casa es amplio y luminoso con arcos de estuco y pisos ajedrezados de mosaicos florentinos, y cuatro puertas vidrieras sobre un balcón corrido… desde allí se ve el parque de San Nicolás con la catedral y la estatua de Cristóbal Colon, y mas allá las bodegas del muelle fluvial y el vasto horizonte del río grande de la Magdalena a veinte leguas de su estuario.

También cuando hablando con Casilda Armenta dice:

….fuimos a Puerto Colombia en el trenecito de juguete tan despacioso como un caballo. Almorzamos frente al muelle de maderas carcomidas por donde había entrado el mundo entero al país antes que se dragaran las Bocas de Ceniza [p.95].

También durante el relato del asesinato de un banquero:

…la noticia oficial en titulares excesivos y parca en detalles decía que al joven banquero lo habían asaltado y muerto a cuchilladas en la carretera de Pradomar [p.79].

La locución de la novela es en primera persona y en tono coloquial con un vago humor criollo, caribe. Un largo monólogo anecdótico y confidencial en un vocabulario directo y sencillo. El tiempo real de la novela es la década de los sesenta. La cual se refleja en infinidad de detalles durante toda la narración. Por ejemplo, las frecuentes citas de episodios relacionados con la historia del país y en especial del caribe colombiano su idiosincrasia y la socarrona camaradería que existía entre la autoridad y el hampa en esa época.
En esta novela, Gabriel García Márquez nos sumerge en un fascinante viaje de reflexiones de vida sin descuidar en ningún momento su exquisito esmero por la perfección del tiempo. Como ya vimos, existen en esta narración varias conducciones perfectas del tiempo. Para cerrar magistralmente la ficción, García Márquez concluye su relato en el mismo día del calendario en el que comienza, el 29 de agosto y con el mismo evento y con la misma frase con el que también lo inicia

…el sol estalló entre los almendros del parque y el buque fluvial del correo, retrasado una semana por la sequía, entró bramando en el canal del puerto. [p.15, p.109].