Jacqueline Bassi
“El Tratado de Libre Comercio (TLC) que se negocia entre los países andinos, entre ellos Colombia con Estados Unidos, debe verse como una gran oportunidad y no representa una amenaza para la economía y los empresarios”, dijo el administrador de Aduana en Barranquilla, Capitán de Navío Germán Mendoza Martínez, quien también es director regional de la Dian.
La declaración de Mendoza Martínez viene a ratificar la afirmación de los que apoyan la realización del tratado de libre comercio con Estados Unidos, con la convicción de que el TLC traerá grandes beneficios a la economía colombiana. Sin embargo, esa misma declaración contrasta con la apreciación de serios oponentes a dicho tratado como por ejemplo la del representante a la cámara por Bogotá Wilson Alfonso Borja Díaz, quien dice a través de un documento en el que analiza la séptima ronda del TLC, que “el acuerdo solamente logrará la destrucción de la economía nacional”. En ese mismo documento, Mendoza Martínez reta al gobierno colombiano a comprobar, a través de una aprobación ciudadana del TLC, que el pueblo no está de acuerdo con un tratado que lesiona los intereses de la nación entera.“
En torno a este ruidoso debate entre los que apoyan el TLC y los que se oponen a él, avanza a pasos agigantados, quizás uno de los proyectos más ambiciosos para el gobierno de Colombia: La consolidación del TLC con Estados Unidos.
El objetivo principal de este acuerdo es buscar una relación comercial bilateral con Estados Unidos más profunda que la del ALCA, con el fin, de lograr mayor acceso que otros países al Mercado norteamericano. Los temas que se negocian dentro del TLC son principalmente los siguientes: el acceso a Estados Unidos de productos colombianos sin aranceles ni trabas administrativas a cambio de permitir la entrada de productos estadounidenses a Colombia en similares condiciones. Se eliminan de la lista de productos aquellos que sean sensibles a la economía del país y por tanto perjudiquen algún sector del comercio del país. La agricultura es otro de los temas que se negocian dentro del tratado. Este tema persigue eliminar los subsidios agropecuarios de los
Estados Unidos y al mismo tiempo se busca balancear las medidas sanitarias que tiene que ver con el control de enfermedades de las plantas y animales con el fin de garantizar oportunidades equitativas al mercado. Otro tema de negociación son los servicios, aquí se busca eliminar las barreras impuestas al comercio de servicios y las leyes que impiden la participación en dicho sector. Dentro de esta categoría los países pueden reservarse ciertas áreas que sean de índole sensitiva al país, como por ejemplo, la defensa nacional. Dentro del tema de servicios se encuentran el sistema bancario, telecomunicaciones, servicios empresariales profesionales y servicios médicos. El otro tema importante que se negocia es el de las inversiones. Aquí también se busca establecer normas justas y transparentes que promuevan la inversión y que eliminen las barreras no justificadas ó no suficientemente claras dentro de la inversión. También busca proteger al inversionista colombiano en Estados Unidos para que tenga oportunidades similares a las de los estadounidenses. Otros temas tratados son los de los subsidios, el anti-dumping y los derechos compensatorios. En cuanto a los subsidios, se busca controlar el financiamiento de productos que pongan en desventaja dentro del comercio a los productos colombianos. El dumping y los derechos compensatorios prohíbe que los países vendan sus productos a otros mercados por debajo del valor real. Se busca eliminar cualquier desventaja que elimine la posibilidad de participar competitivamente en el mercado. El tema de los derechos de propiedad intelectual trata de proteger razonablemente la propiedad intelectual, los trabajos de escritores y compositores. Con respecto a medicamentos, se trata de obtener limitaciones a los derechos con el fin de proteger el derecho de la población colombiana a medicamentos patentados, que por su carácter subdesarrollado no alcanza a obtener. Por último, también trata el tema de las compras de sectores públicos con el ánimo de ofrecer similares oportunidades a comerciantes de ambos países a negociar sectores públicos. Todos estos temas son de suma importancia para el crecimiento del comercio y la prosperidad del país.
De acuerdo con el ministerio de Comercio de Colombia, Estados Unidos ha sido el mayor socio comercial de Colombia en las últimas décadas. Un informe presentado por este ministerio dice que en 1992 el comercio entre USA y Colombia fue de 6.1 billones de dólares, mientras que el comercio bilateral con Estados Unidos obtuvo cifras que alcanzaron 10.2 billones de dólares en el 2002, y que representaron para Colombia exportaciones por concepto de 5.2 billones de dólares e importaciones por concepto de 5 billones de dólares. Estas cifras confirman los benéficos de las relaciones comerciales con Estados Unidos puesto que, estos incrementos concuerdan con el inicio de la Ley de Preferencias Comerciales Andinas denominada ATPA, por sus siglas en inglés, aprobada en 1991 por el congreso de Estados Unidos.
El ATPA fué el régimen de preferencias unilaterales comerciales otorgadas por Estados Unidos a los países andinos como contribución en la lucha contra el tráfico de drogas ilícitas. Reemplazado desde el año 2002 por el ATPDEA (“Ley de Promoción Comercial Andina y de Erradicación de Drogas”), es una ley de los USA que permite el acceso libre de aranceles a más de 6.000 productos colombianos al mercado de USA. De acuerdo con el Ministerio de Comercio de Colombia, en el año 2000, “ante el inminente vencimiento de ésta Ley y teniendo en cuenta la importancia que la misma revistió para la industria nacional en materia de producción, exportaciones y generación de empleo, se solicitó tanto la renovación con miras a extender su cubrimiento en el tiempo como su ampliación en número de productos. En agosto de 2002, nuevamente el Congreso de los Estados Unidos aprobó el esquema preferencial bajo la denominada Ley ATPDEA ampliando su vigencia hasta el 2006, e incluyendo productos representativos de la oferta exportadora colombiana como son las confecciones y el calzado, entre otros”.
De aquí la importancia de llegar al acuerdo TLC puesto que vendría a crear un puente entre la Ley ATPDEA y el TLC, para proteger la cobertura de beneficios arancelarios de los que goza Colombia en la actualidad. Esta visión es la del Ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, Jorge Humberto Botero, quién afirma que el vencimiento del ATPDEA sería muy perjudicial para el país puesto que se quedaría sin ventajas arancelarias. Otro comentario que vale la pena resaltar, es el siguiente hecho ante la evolución del proceso de negociación del Tratado de Libre Comercio, por los ministros de comercio Jorge Humberto Botero y de Agricultura, Andrés Felipe Arias, quienes expresaron que si bien el ambiente político en ese país (USA) está cerrando las puertas a los acuerdos bilaterales, los funcionarios de ese Gobierno ratificaron su compromiso para lograr un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia.
Es conveniente observar que los tratados de libre comercio no tienen término. Por lo tanto, de firmarse el TLC entre USA y Colombia, el acuerdo permanecerá vigente hasta que una de las partes proponga a la otra su renegociación ó terminación. De acuerdo con un informe del gobierno colombiano a la ciudadanía, esto se realiza mediante un procedimiento regulado por el mismo tratado y por el Derecho Internacional, que se conoce como “denuncia” del tratado. Esta es una ventaja del TLC frente al ATPDEA puesto que el carácter temporal del ATPDEA es una barrera intangible para los inversionistas extranjeros.
Otro punto controversial del tratado de libre comercio, es la preocupación de que dicho tratado beneficie a una minoría selecta. El gobierno de Colombia responde a esta inquietud a través de un informe titulado: “Mas Empleos Mejor Calidad de Vida,” con el siguiente informe:
“La garantía de que las negociaciones se realizan en beneficio del país y no de unos pocos la constituye el proceso democrático-participativo mediante el cual se adoptan los tratados. Dicho procedimiento se compone de múltiples instancias de discusión, revisión, aprobación y ratificación, las cuales se encuentran reguladas de manera detallada por la Constitución Política.
En primer lugar, la posición negociadora de Colombia se construye luego de un largo proceso de consultas entre las diversas entidades del Gobierno, los empresarios, los gremios de la producción, las organizaciones sociales, las universidades y el propio Congreso de la República.
En segundo lugar, las decisiones en la mesa de negociación no las toman los negociadores de manera inconsulta, sino luego de un proceso de concertación entre las diversas entidades estatales. Las decisiones más importantes son tomadas por el Señor Presidente de la República y sus Ministros, reunidos en Consejo Superior de Comercio Exterior.
En tercer lugar, durante todo el proceso de negociaciones el Congreso de la República y las entidades de control, como la Procuraduría y la Contraloría, reciben informes sobre el avance de las negociaciones. Las plenarias y comisiones del Congreso permiten un amplio espacio de discusión nacional sobre los temas debatidos.
En cuarto lugar, si el Gobierno finalmente decide suscribir el tratado, el mismo pasa a consideración del Congreso para aprobación ó rechazo. Este procedimiento toma cerca de un año, dado que requiere la aprobación en comisiones y plenarias del Senado y la Cámara de Representantes.
Finalmente, si el tratado es aprobado por el Congreso, automáticamente pasa a control previo de la Corte Constitucional, con el fin de verificar que el mismo esté de acuerdo con la Constitución Política.
Este largo proceso democrático y participativo, llevado a cabo por diversas entidades independientes y con la participación de la ciudadanía, es el que permite que los acuerdos comerciales internacionales no se conviertan en leyes de la República sin contar con los frenos y balances necesarios para garantizar que los mismos se suscriban en beneficio del país.”
Esta explicación detallada del proceso del acuerdo deja en claro que sí bien no es rigurosamente garantizada la trasparencia del proceso, por lo menos es muy difícil que el tratado favorezca a un sector minoritario o preferencial, puesto que dicha tergiversación tendría que ser aprobada y auditada por un grupo de organismos y funcionarios públicos y del sector privado.
Un capítulo también importante dentro de las negociaciones del TLC son las sanciones por el incumplimiento del tratado. Cada sector tiene sanciones específicas a aplicar en caso de incumplimiento. Pero, normalmente todos los sectores tienen como primera regla corregir las violaciones al acuerdo e imponer multas y sanciones comerciales a los violadores del tratado. La OMC, Organización Mundial del Comercio, supervisa las prácticas comerciales de sus miembros incluyendo los tratados de libre comercio subscritos bajo su tutela.
Por último, es importante conocer quiénes son los negociadores directos del TLC. Los tratados de libre comercio son negociados por el gobierno y la sociedad civil y son coordinados por el Ministerio de Comercio siguiendo las pautas fijadas por el gobierno y el sector privado, sector público y las academias. En el caso de Colombia, las áreas de mayor importancia son negociadas por el presidente de la república, y adoptadas por el Consejo Superior de Comercio Exterior las cuales han sido previamente consultadas por el sector privado y la sociedad civil. Colombia tiene un Equipo Negociador especializado encargado de representar al país en las diferentes negociaciones. Este grupo está compuesto por un centenar de funcionarios pertenecientes a los diversos ministerios y entidades del país. Los negociadores pueden consultar en el “cuarto de al lado”, para asegurar sus decisiones respecto de la posición negociadora que se les ha confiado. El cuarto de al lado es el lugar donde se reúnen los representantes del sector privado y organizaciones sociales que asisten a las negociaciones. Este grupo se creo con el objeto de asistir a los negociadores rápida y oportunamente con preguntas o información de aspectos técnicos y específicos importantes para la negociación. También ayuda a la interacción entre el sector privado colombiano y sus contrapartes de los otros países. El tema de los negociadores es muy controversial y ha sido objeto de serias críticas por parte de los gremios sindicalistas, empresarios y organizaciones sociales. El representante a la cámara por Bogotá, Borja Díaz, dice: “ se ha visto que los negociadores del país no representan los intereses de la nación, y que los mecanismos como el cuarto de al lado, son solamente para una minoría que muy seguramente está logrando beneficios sustanciosos a costa del empeoramiento de las condiciones de vida de la inmensa mayoría de los colombianos”
Como estas, hay enormes críticas al TLC que provienen de todos los sectores de la nación; sin embargo también existen los que creen en los beneficios del TLC para Colombia.
El Diario Del Sur de Pasto publicó en Febrero 1 de 2005, en su Página EDITORIAL titulada Nariño y el TLC, el siguiente comentario: “A pesar de las opiniones en contra, es indudable que el TLC generará múltiples beneficios, entre los que se encuentra un aumento en la tasa de crecimiento económico, lo que también significa un incremento en el ingreso per cápita y en el nivel de bienestar de la población.Igualmente está contemplado en el Tratado de Libre Comercio, una expansión de gran importancia en las exportaciones con énfasis en las no tradicionales, en las que nuestro Departamento de Nariño tendría excelentes posibilidades. Esto generaría de inmediato la creación de nuevos empleos, como resultado de esa mayor actividad exportadora, lo que sería de enorme beneficio para una región, que como la de Nariño, presenta uno de los mayores índices de desempleo del país”.
Aclaraciones tales como las del Ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, “Este Gobierno no va a exponer a la competencia el frágil sector agropecuario de manera unilateral. Lo hará solamente en un ámbito multilateral o bilateral. Por eso, hemos trabajado en un tratado de libre comercio con MERCOSUR y otro con Estados Unidos”, demostrando que Colombia está negociando este tratado con pleno conocimiento de sus debilidades y derechos.
Los colombianos deben empezar a mirar el TLC con ojos de aprobación. Una mirada detenida a las negociaciones demuestra que no está siendo ligero, que las mesas de negociaciones se han preparado para pulsar por buenas oportunidades para Colombia sin descuidar los sectores sensibles de la economía colombiana. Negarse al tratado de libre comercio es como negarse ha entrar en la órbita de la globalización. Si Colombia no entra a ser partícipe del acuerdo, desaparecerá del comercio mundial. Hemos visto el ejemplo de China, cuyos ingresos empezaron a mejorar considerablemente con la entrada al comercio mundial. Lo que está bien claro en este momento es que comerciar con países vecinos no es una alternativa sino una necesidad. La competitividad en el ámbito mundial exigirá mejor calidad, mejorará el nivel de vida de los colombianos y traerá más empleos y más progreso a Colombia.
martes, 5 de junio de 2007
El Caso Terri Schiavo: Vivir o Morir!
Por Jacqueline Bassi
La historia de Terri Schiavo ha dado la vuelta al mundo en este último mes pero no por su triste historia, sino por la controversia que su caso ha despertado entre juristas, políticos y opinión pública en general. En 1990 Terri sufre un ataque al corazón que destruye su cerebro y la deja postrada en una cama en estado vegetativo. Desde entonces Terri ha sido sostenida en vida a través de un tubo que le suministra alimento y todo lo necesario para subsistir. La gran polémica radica en si se debe seguir sosteniendo a Terri con vida artificialmente, aun cuando no exista la más mínima esperanza de devolverla a la vida normal, o si se debe desconectar del tubo alimentador para que muera lentamente de hambre y sed. Esta lucha sin tregua la encabezan sus familiares, el esposo de Terri, guardián oficial de su vida y sus derechos, quien aboga por que Terri sea desconectada, y los padres y hermanos de Terri quienes luchan por el derecho de mantener a Terri con vida. Las razones que cada bando aporta a la controversia son en sí las que han nutrido esta desaforada controversia. La familia de Terri afirma que Terri no esta en un estado vegetal total, que existen posibilidades de que Terri salga de su muerte cerebral, que hay motivos religiosos que prohíben la desconexión de Terri y que además las razones que impulsan a su esposo a pedir su muerte son de absoluto interés personal; que Terri fue abusada por su esposo, que su ataque al corazón fue precisamente secuela del abuso sufrido, que la decisión de su esposo es por dinero, y el deseo de volver a casarse. El esposo de Terri afirma que su interés es cumplir con los deseos de Terri que fueron no ser mantenida artificialmente con vida, que Terri esta verdaderamente muerta y que nada la va traer a la vida otra vez. Las discusiones son tan acaloradas que han hecho que la opinión pública tome a su vez bandos, la vida de Terri ha salto de la cama a la televisión. Nadie esta seguro de quien tiene la razón y las acusaciones son tan serias que hacen tambalear la más firme de las desiciones. Lo único que esta verdaderamente claro en esta historia es que las cortes judiciales norteamericanas son tan poderosas que dado el caso son las que verdaderamente determinan el derecho a la vida o la muerte.
La historia de Terri Schiavo ha dado la vuelta al mundo en este último mes pero no por su triste historia, sino por la controversia que su caso ha despertado entre juristas, políticos y opinión pública en general. En 1990 Terri sufre un ataque al corazón que destruye su cerebro y la deja postrada en una cama en estado vegetativo. Desde entonces Terri ha sido sostenida en vida a través de un tubo que le suministra alimento y todo lo necesario para subsistir. La gran polémica radica en si se debe seguir sosteniendo a Terri con vida artificialmente, aun cuando no exista la más mínima esperanza de devolverla a la vida normal, o si se debe desconectar del tubo alimentador para que muera lentamente de hambre y sed. Esta lucha sin tregua la encabezan sus familiares, el esposo de Terri, guardián oficial de su vida y sus derechos, quien aboga por que Terri sea desconectada, y los padres y hermanos de Terri quienes luchan por el derecho de mantener a Terri con vida. Las razones que cada bando aporta a la controversia son en sí las que han nutrido esta desaforada controversia. La familia de Terri afirma que Terri no esta en un estado vegetal total, que existen posibilidades de que Terri salga de su muerte cerebral, que hay motivos religiosos que prohíben la desconexión de Terri y que además las razones que impulsan a su esposo a pedir su muerte son de absoluto interés personal; que Terri fue abusada por su esposo, que su ataque al corazón fue precisamente secuela del abuso sufrido, que la decisión de su esposo es por dinero, y el deseo de volver a casarse. El esposo de Terri afirma que su interés es cumplir con los deseos de Terri que fueron no ser mantenida artificialmente con vida, que Terri esta verdaderamente muerta y que nada la va traer a la vida otra vez. Las discusiones son tan acaloradas que han hecho que la opinión pública tome a su vez bandos, la vida de Terri ha salto de la cama a la televisión. Nadie esta seguro de quien tiene la razón y las acusaciones son tan serias que hacen tambalear la más firme de las desiciones. Lo único que esta verdaderamente claro en esta historia es que las cortes judiciales norteamericanas son tan poderosas que dado el caso son las que verdaderamente determinan el derecho a la vida o la muerte.
domingo, 3 de junio de 2007
El servicio de transporte público de Miami Beach
Por Jacqueline Bassi
Estudios recientes han demostrado que el trasporte público reduce considerablemente la contaminación ambiental, aumenta la seguridad pública y promueve el desarrollo económico de comunidades locales. La asociación Americana de trasporte público dice que cada dólar que se invierte en este sector produce seis dólares en beneficios económicos. Además cada billón invertido en infraestructura del transporte público genera a su vez aproximadamente 147,500 nuevos empleos. A pesar de estos conocidos beneficios la Sociedad Americana de Ingenieros civiles acaba de anunciar que el transporte público de la nación esta decayendo debido a una inadecuada provisión de fondos. Esta misma asociación declaro que el sistema de transito de América obtendrá una “C menos” de calificación si este problema sigue agudizándose.
Miami Beach y en especial el área de South Beach es un ejemplo de esta situación. El programa de transporte publico de South Beach conocido como “The electrowave” compuesto de los mini buses de exóticos diseños, cuyo recorrido cubre las zonas mas populares de este área es parte de un programa que se creo buscando eliminar la congestión de vehículos, la contaminación ambiental, y el problema del parqueo publico. Se inicio en enero del año 1998 con el fin específico de contrarrestar los problemas que empezó a experimentar la ciudad a raíz de su repentino crecimiento económico.
Inicialmente empezó con una flota de siete buses pero por el éxito que obtuvo se agregaron tres vehículos más. Durante el primer año el servicio fue utilizado por un millón y medio de pasajeros y la ciudad experimento una reducción de tráfico notoria. En Noviembre del año dos mil dos el servicio reporto haber transportado cuatro millones doscientos mil pasajeros. “The electrowave” es el primer sistema de transporte publico de la Florida que en la actualidad es completamente eléctrico. Por esta razón, contribuye doblemente a la conservación ambiental, pues los buses no emiten gas alguno. Además son súper silencioso ayudando también a la reducción del ruido. Trabajan con una batería de 12 voltios que dura aproximadamente ocho horas; después de lo cual es recargarla. Esta operación dura menos de veinte minutos y el bus continua su recorrido. Pueden viajar veintidós pasajeros sentados y tienen amplio espacio para pasajeros parados.
Lamentablemente el sistema de bus eléctrico de Miami Beach van ha desaparecer. “los vehículos acaban de cumplir su ciclo de vida esperado que es de cinco años y es necesario cambiarlos” dijo Judy Evans directora ejecutiva de la asociación administrativa de transito de Miami Beach. “Pero tendremos que reemplazarlos probablemente con otro tipo de buses un poco mas pequeños y de petróleo pues la compañía que los producía desapareció”.
De acuerdo con Evans cada uno de estos vehículos tiene un costo de $ 127,849 dólares. “Este costo comparado con el costo de un vehículo no eléctrico es muchísimo mas económico. Estos diez vehículos tienen un costo de mantenimiento anual de 60,000 mil dólares incluyendo los costos del petróleo que se usa para mantener el aire acondicionado de los vehículos, e incluyendo la planta de mantenimiento donde se les presta todos los servicios y que tiene un costo de 30,000 al año” agrego Evans.
Si este sistema de trasporte eléctrico es más económico, reduce la contaminación ambiental, reduce el consumo de energía, y reduce el ruido. ¿Porque desaparece? Es lamentable que Miami Beach cambie sus vehículos eléctricos por buses de petróleo. Es necesario fomentar la inversión en nuevas formas de transporte público. Especialmente en aquellas que garantizan además de la movilidad, beneficios tan importantes como son la conservación ambiental, y el ahorro de energía. Especialmente el consumo de productos de energía importados. El departamento de transporte de los Estados Unidos reporta que si uno de cada diez americanos usa el transporte publico regularmente, el consumo de petróleo de Arabia Saudita se podría cortar en un cuarenta por ciento. ¿Cuanto podríamos reducir ese consumo si además usáramos alternativas tales como el trasporte eléctrico? Es cierto que el transporte público ya contribuye grandemente a la reducción de tráfico en la actualidad. Sin embargo es necesario que haga mucho más que eso. Necesitamos avocar por una mayor inversión en nuevos programas de transporte masivo. Programas que representen un ejemplo en áreas tan importantes como la protección ambiental.
Estudios recientes han demostrado que el trasporte público reduce considerablemente la contaminación ambiental, aumenta la seguridad pública y promueve el desarrollo económico de comunidades locales. La asociación Americana de trasporte público dice que cada dólar que se invierte en este sector produce seis dólares en beneficios económicos. Además cada billón invertido en infraestructura del transporte público genera a su vez aproximadamente 147,500 nuevos empleos. A pesar de estos conocidos beneficios la Sociedad Americana de Ingenieros civiles acaba de anunciar que el transporte público de la nación esta decayendo debido a una inadecuada provisión de fondos. Esta misma asociación declaro que el sistema de transito de América obtendrá una “C menos” de calificación si este problema sigue agudizándose.
Miami Beach y en especial el área de South Beach es un ejemplo de esta situación. El programa de transporte publico de South Beach conocido como “The electrowave” compuesto de los mini buses de exóticos diseños, cuyo recorrido cubre las zonas mas populares de este área es parte de un programa que se creo buscando eliminar la congestión de vehículos, la contaminación ambiental, y el problema del parqueo publico. Se inicio en enero del año 1998 con el fin específico de contrarrestar los problemas que empezó a experimentar la ciudad a raíz de su repentino crecimiento económico.
Inicialmente empezó con una flota de siete buses pero por el éxito que obtuvo se agregaron tres vehículos más. Durante el primer año el servicio fue utilizado por un millón y medio de pasajeros y la ciudad experimento una reducción de tráfico notoria. En Noviembre del año dos mil dos el servicio reporto haber transportado cuatro millones doscientos mil pasajeros. “The electrowave” es el primer sistema de transporte publico de la Florida que en la actualidad es completamente eléctrico. Por esta razón, contribuye doblemente a la conservación ambiental, pues los buses no emiten gas alguno. Además son súper silencioso ayudando también a la reducción del ruido. Trabajan con una batería de 12 voltios que dura aproximadamente ocho horas; después de lo cual es recargarla. Esta operación dura menos de veinte minutos y el bus continua su recorrido. Pueden viajar veintidós pasajeros sentados y tienen amplio espacio para pasajeros parados.
Lamentablemente el sistema de bus eléctrico de Miami Beach van ha desaparecer. “los vehículos acaban de cumplir su ciclo de vida esperado que es de cinco años y es necesario cambiarlos” dijo Judy Evans directora ejecutiva de la asociación administrativa de transito de Miami Beach. “Pero tendremos que reemplazarlos probablemente con otro tipo de buses un poco mas pequeños y de petróleo pues la compañía que los producía desapareció”.
De acuerdo con Evans cada uno de estos vehículos tiene un costo de $ 127,849 dólares. “Este costo comparado con el costo de un vehículo no eléctrico es muchísimo mas económico. Estos diez vehículos tienen un costo de mantenimiento anual de 60,000 mil dólares incluyendo los costos del petróleo que se usa para mantener el aire acondicionado de los vehículos, e incluyendo la planta de mantenimiento donde se les presta todos los servicios y que tiene un costo de 30,000 al año” agrego Evans.
Si este sistema de trasporte eléctrico es más económico, reduce la contaminación ambiental, reduce el consumo de energía, y reduce el ruido. ¿Porque desaparece? Es lamentable que Miami Beach cambie sus vehículos eléctricos por buses de petróleo. Es necesario fomentar la inversión en nuevas formas de transporte público. Especialmente en aquellas que garantizan además de la movilidad, beneficios tan importantes como son la conservación ambiental, y el ahorro de energía. Especialmente el consumo de productos de energía importados. El departamento de transporte de los Estados Unidos reporta que si uno de cada diez americanos usa el transporte publico regularmente, el consumo de petróleo de Arabia Saudita se podría cortar en un cuarenta por ciento. ¿Cuanto podríamos reducir ese consumo si además usáramos alternativas tales como el trasporte eléctrico? Es cierto que el transporte público ya contribuye grandemente a la reducción de tráfico en la actualidad. Sin embargo es necesario que haga mucho más que eso. Necesitamos avocar por una mayor inversión en nuevos programas de transporte masivo. Programas que representen un ejemplo en áreas tan importantes como la protección ambiental.
Los trabajadores agrícolas y el ALCA
Por Jacqueline Bassi
El tratado de libre comercio para las Américas denominado ALCA, cuyos principios fundamentales son : la preservación y fortalecimiento de las comunidades democráticas, la promoción del bienestar económico a través de la integración del libre comercio, la erradicación de la pobreza y la discriminación en el hemisferio y la garantía del continuo desarrollo y preservación de las condiciones ambientales para el bienestar de las generaciones futuras, no acaba de formarse y cada vez parece alejarse mas de la realidad. Los oponentes más acalorados son los trabajadores agrícolas, entre ellos los integrantes de la coalición de trabajadores agrícolas de Immokalee. Julia Gabriel caminó treinta y cuatro millas durante tres días, para estar presente en la manifestación en contra del Alca, organizada, por la coalición de trabajadores de Immokalee que se asentó el 19 de noviembre del 2003 en la noche en el Bay Front Park de Miami. “lo que queríamos es que los que estaban allá adentro nos escucharan, sabemos que el mensaje les llego, no usamos violencia, tarde ó temparano nos van a escuchar, nos van a entender de que tenemos razón, que el destino de ellos
depende del de nosotros”. Julia Gabriel dice que es un esfuerzo que vale la pena. “Siempre hemos estado luchando y seguiremos luchando, nosotros la coalición de Immokalee, para cambiar el mundo por uno mejor y tener un futuro mejor para nuestros hijos y nuestros nietos”. “Si no nos atienden, regresaremos hasta que se haga”. Julia Gabriel es líder en la lucha por la abolición de la esclavitud laboral, por la abolición del maltrato y la violencia a los trabajadores agrícolas y por la lucha contra la explotación salarial, ella dice que los tratados de libre comercio traerán más pobreza a los trabajadores de la tierra, menos garantías a sus derechos humanos y salarios cada vez mas bajos. “Lo hemos vivido y lo hemos visto en casi todo”. Julia trabajó diez años recogiendo tomates en los cultivos de la Florida. Trabajó día tras día de diez a doce horas diarias; sin pago por trabajo de horas extras, sin derecho a pago por días de enfermedad y sin pago alguno por los días festivos. También trabajó en cautiverio en las plantaciones del Sur de Carolina y la Florida, engañada y esclavisada por sus empleadores. Su coraje y valentía la ayudaron a escapar de las plantaciones y más tarde a delatar a sus empleadores quiénes finalmente fueron a prisión. Desde entonces, su lucha no ha cesado. Ella no cree en el Alca, “que borren eso, por eso hemos caminado y seguiremos caminando”. Tampoco Lucas
Benítez cree en las negociaciones que se gestan para crear El Area de Libre Comercio de las Américas. “Mientras en las pláticas no se incluyan a las personas que son realmente afectadas éstos tratados sólo traerán más pobreza a nuestros pueblos”. Y agrega “el TLC entre México, Estados Unidos y Canadá se negoció completamente a escondidas, a espaldas de todo el mundo. Cuando salió ya salió, salió una crísis para México, para el campo mexicano, para el pequeño empresario, para el pequeño agricultor. Entonces, antes México primer productor en grano, despues del Tratado de Libre Comercio, México primer productor pero de mano de obra barata para los Estados Unidos, y eso es lo que crean los tratados de libre comercio”. Lucas Benitez también es líder de una lucha sin tregua para mejorar las condiciones de los trabajadores agrícolas. Vino de Guerrero, México, a trabajar en los campos recogiendo tomate. Pero hoy trabaja gran parte del tiempo en la Coalición de trabajadores de Immokalee, el es uno de sus fundadores. Junto a Julia Gabriel y Romero Ramírez, Lucas Benitez recibió el premio Robert F. Kennedy Human Rights Award del 2003 por su incansable lucha por los derechos y el respeto a los trabajadores agrícolas, por su lucha contra la violencia y la esclavitud a sus compañeros en el campo. También integró la caminata de las 34 millas el 19 de noviembre
del 2003; camino tres días seguidos para simbolizar una lucha incansable. También seguirá caminando para detener el Alca.
Pero los trabajadores agrícolas no son los únicos que no creen en el ALCA, según John H. Coastsworth, director en la Universidad de Harvard del Center of Latin American Studies, “los derechos humanos sociales y económicos no parecen ser prioritarios en la agenda de los Estados Unidos para América Latina”. Coastsworth dice que “…..el interés los Estados Unidos por un acuerdo de Libre comercio en las Ameritas, no se ha visto acompañado por algún nuevo compromiso de asistencia a la región para superar la pobreza y la desigualdad. Y es precisamente el conflictivo sector agrícola el que no permitió que se llegara al ALCA en enero del 2005 como estaba previsto. De acuerdo con el vicecanciller argentino Martín Redrado, el debate por la eliminación de los subsidios agrícolas que protegen a los productores norteamericanos es una de las principales trabas para la creación del bloque hemisférico. Los países del bloque del MERCOSUR quienes tienen una economía basada especialmente en la agricultura reclaman la disminución de subsidios que impiden la penetración de sus productos en otros mercados, principalmente en Estados Unidos. A pesar de estas declaraciones y de las continuas manifestaciones de los trabajadores agrícolas, los ministros de comercio de los 34 países democráticos de este hemisferio y más de mil líderes comerciales de América del Norte, América Central, América del Sur y las Antillas proclaman que el tratado traerá prosperidad y crecimiento económico para América. Sin embargo El ALCA no se firmo y no hay nada definido a corto plazo en la agenda latinoamericana con respecto al ALCA. Tanto trabajadores agrícolas como expertos en la materia parecen estar de acuerdo en que mientras no se tenga en cuenta los derechos humanos, sociales y económicos de los más débiles, y mientras no se trabaje arduamente en el tema agrícola, no habrá ALCA en América.
El tratado de libre comercio para las Américas denominado ALCA, cuyos principios fundamentales son : la preservación y fortalecimiento de las comunidades democráticas, la promoción del bienestar económico a través de la integración del libre comercio, la erradicación de la pobreza y la discriminación en el hemisferio y la garantía del continuo desarrollo y preservación de las condiciones ambientales para el bienestar de las generaciones futuras, no acaba de formarse y cada vez parece alejarse mas de la realidad. Los oponentes más acalorados son los trabajadores agrícolas, entre ellos los integrantes de la coalición de trabajadores agrícolas de Immokalee. Julia Gabriel caminó treinta y cuatro millas durante tres días, para estar presente en la manifestación en contra del Alca, organizada, por la coalición de trabajadores de Immokalee que se asentó el 19 de noviembre del 2003 en la noche en el Bay Front Park de Miami. “lo que queríamos es que los que estaban allá adentro nos escucharan, sabemos que el mensaje les llego, no usamos violencia, tarde ó temparano nos van a escuchar, nos van a entender de que tenemos razón, que el destino de ellos
depende del de nosotros”. Julia Gabriel dice que es un esfuerzo que vale la pena. “Siempre hemos estado luchando y seguiremos luchando, nosotros la coalición de Immokalee, para cambiar el mundo por uno mejor y tener un futuro mejor para nuestros hijos y nuestros nietos”. “Si no nos atienden, regresaremos hasta que se haga”. Julia Gabriel es líder en la lucha por la abolición de la esclavitud laboral, por la abolición del maltrato y la violencia a los trabajadores agrícolas y por la lucha contra la explotación salarial, ella dice que los tratados de libre comercio traerán más pobreza a los trabajadores de la tierra, menos garantías a sus derechos humanos y salarios cada vez mas bajos. “Lo hemos vivido y lo hemos visto en casi todo”. Julia trabajó diez años recogiendo tomates en los cultivos de la Florida. Trabajó día tras día de diez a doce horas diarias; sin pago por trabajo de horas extras, sin derecho a pago por días de enfermedad y sin pago alguno por los días festivos. También trabajó en cautiverio en las plantaciones del Sur de Carolina y la Florida, engañada y esclavisada por sus empleadores. Su coraje y valentía la ayudaron a escapar de las plantaciones y más tarde a delatar a sus empleadores quiénes finalmente fueron a prisión. Desde entonces, su lucha no ha cesado. Ella no cree en el Alca, “que borren eso, por eso hemos caminado y seguiremos caminando”. Tampoco Lucas
Benítez cree en las negociaciones que se gestan para crear El Area de Libre Comercio de las Américas. “Mientras en las pláticas no se incluyan a las personas que son realmente afectadas éstos tratados sólo traerán más pobreza a nuestros pueblos”. Y agrega “el TLC entre México, Estados Unidos y Canadá se negoció completamente a escondidas, a espaldas de todo el mundo. Cuando salió ya salió, salió una crísis para México, para el campo mexicano, para el pequeño empresario, para el pequeño agricultor. Entonces, antes México primer productor en grano, despues del Tratado de Libre Comercio, México primer productor pero de mano de obra barata para los Estados Unidos, y eso es lo que crean los tratados de libre comercio”. Lucas Benitez también es líder de una lucha sin tregua para mejorar las condiciones de los trabajadores agrícolas. Vino de Guerrero, México, a trabajar en los campos recogiendo tomate. Pero hoy trabaja gran parte del tiempo en la Coalición de trabajadores de Immokalee, el es uno de sus fundadores. Junto a Julia Gabriel y Romero Ramírez, Lucas Benitez recibió el premio Robert F. Kennedy Human Rights Award del 2003 por su incansable lucha por los derechos y el respeto a los trabajadores agrícolas, por su lucha contra la violencia y la esclavitud a sus compañeros en el campo. También integró la caminata de las 34 millas el 19 de noviembre
del 2003; camino tres días seguidos para simbolizar una lucha incansable. También seguirá caminando para detener el Alca.
Pero los trabajadores agrícolas no son los únicos que no creen en el ALCA, según John H. Coastsworth, director en la Universidad de Harvard del Center of Latin American Studies, “los derechos humanos sociales y económicos no parecen ser prioritarios en la agenda de los Estados Unidos para América Latina”. Coastsworth dice que “…..el interés los Estados Unidos por un acuerdo de Libre comercio en las Ameritas, no se ha visto acompañado por algún nuevo compromiso de asistencia a la región para superar la pobreza y la desigualdad. Y es precisamente el conflictivo sector agrícola el que no permitió que se llegara al ALCA en enero del 2005 como estaba previsto. De acuerdo con el vicecanciller argentino Martín Redrado, el debate por la eliminación de los subsidios agrícolas que protegen a los productores norteamericanos es una de las principales trabas para la creación del bloque hemisférico. Los países del bloque del MERCOSUR quienes tienen una economía basada especialmente en la agricultura reclaman la disminución de subsidios que impiden la penetración de sus productos en otros mercados, principalmente en Estados Unidos. A pesar de estas declaraciones y de las continuas manifestaciones de los trabajadores agrícolas, los ministros de comercio de los 34 países democráticos de este hemisferio y más de mil líderes comerciales de América del Norte, América Central, América del Sur y las Antillas proclaman que el tratado traerá prosperidad y crecimiento económico para América. Sin embargo El ALCA no se firmo y no hay nada definido a corto plazo en la agenda latinoamericana con respecto al ALCA. Tanto trabajadores agrícolas como expertos en la materia parecen estar de acuerdo en que mientras no se tenga en cuenta los derechos humanos, sociales y económicos de los más débiles, y mientras no se trabaje arduamente en el tema agrícola, no habrá ALCA en América.
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